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LOS BENEFICIOS DE LA SANGRE
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Porque
si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la
becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne,
¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se
ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras
muertas para que sirváis al Dios vivo?
Hebreos 9:13-14.
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E
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l Antiguo Pacto establecía diversos tipos de sacrificios,
en general, suponía en el ofrendante, la
conciencia de que la muerte a causa del pecado estaba sobre él, por ello
había que ofrendar el sacrificio para que le fuera aceptado de parte de Dios.
La sangre del sacrificio debía ser rociada, porque representaba la vida misma
(Lv. 17:11).
J
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esucristo, como el “Cordero de Dios”
que quita el pecado del mundo (Jn. 1:29), se presentó como el sacrificio
perfecto y su sangre, a diferencia del
antiguo pacto, no cubre sino limpia completamente todo pecado. Por ello el
hombre perdido y sin esperanza puede ser salvo por medio de la sangre, que fue
derramada en la cruz del Calvario por el Cordero de Dios. La Biblia declara que
el cristiano es elegido por Dios Padre, por la obra santificadora del Espíritu,
para obedecer a Jesucristo y ser rociados con su sangre (1 P. 1:2-3), como
consecuencia podemos gozar de sus beneficios, algunos de ellos son:
1.
PURIFICA:
El cristiano debe conocer y
experimentar los beneficios de esa sangre bendita, puesto que desde que recibió
a Jesucristo en su corazón, empezó a actuar en la nueva vida hasta ser
presentado puro delante del Señor, y vivir para siempre con Dios. La ley dada
por medio de Moisés establecía que todo pecado debía ser purificado con sangre,
a través de un sacrificio (Lv. 14:25), y en el libro de Hebreos, se dice que
casi todo es purificado con sangre, conforme a la ley de Moisés (He. 9:22). La
palabra “purificado”, se traduce del griego Katharizo, que
significa: limpiar y liberar de toda mezcla (Strong 2511), lo que
indica que la sangre de Cristo limpia cualquier tipo de pecado (2 Co. 5:17).
2.
EN
ELLA HAY REDENCIÓN: La
palabra “redención” se traduce del griego Lutroo que quiere
decir: liberar contra recepción de un rescate (Strong 3084), esto
significa liberar mediante el pago de un precio de rescate, por eso la obra de
Jesucristo redimió a los hombres de toda iniquidad (Tit. 2:14), Él nos rescató
de la vana manera de vivir que se heredó de los padres (1 P. 1:18), de la
esclavitud de la tradición, y el único pago de rescate fue la preciosa sangre
de Jesucristo.
3.
QUITA
EL PECADO: En el Nuevo
Testamento se enseña que la sangre de los toros y de los machos cabríos no
pueden quitar los pecados (He. 10:4), sino que sólo la de Cristo, quien realizó
una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados (He. 10:12) de toda la
humanidad (1 Jn. 2:2). La sangre de Cristo quita el pecado, porque en Él no hay
pecado. (1 Jn. 3:5). La palabra “quitar” se traduce del griego airo
que significa levantar, llevar, tomar arriba o afuera (Strong 142), por lo que
Cristo llevó nuestros pecados sobre su hombro, los tomó para que ya no los
cargara el creyente.
4.
LIMPIA
DE TODO PECADO, 1 Juan 1:7: Cuando
se habla de limpiar se refiere a la palabra griega Katharizo que
significa: hacer limpio, limpiar de la contaminación del pecado y
declarar limpio o puro (Strong 2511), lo que indica que la sangre de
Cristo limpia al creyente de todo pecado, e incluso enfermedades, como al
leproso que le dijo a Jesús que si Él quería podía limpiarlo (Mat 8:2).
5.
LIMPIA
LA CONCIENCIA, Hebreos 9:14: La
sangre de Cristo limpia la conciencia de obras muertas, lo cual permite al
creyente servir a Dios. La conciencia se refiere, según el diccionario VINE, a “aquella facultad mediante la cual se llega
a saber la voluntad de Dios, como aquello que está dispuesto a gobernar la
vida, por ejemplo: el sentido de culpa delante de Dios (He. 10:2)” y por
otra parte, la conciencia es “aquel
proceso de pensamiento que distingue lo que considera moralmente bueno o malo,
alabando lo bueno, condenando lo malo, y así impulsando a hacer lo primero y a
evitar lo último”.
Utilizando
estas definiciones comprendemos que la sangre de Cristo es suficiente para
limpiar el pensamiento del creyente, fortaleciéndole la conciencia para que
distinga claramente (1 Co. 8:7), entre lo que proviene de Dios y no dejarse
influenciar por lo que proviene del enemigo.
6.
TENEMOS
PERMANENCIA EN EL HIJO, Juan 6:56: El acto de la Cena del Señor, proporciona permanencia en el
Hijo, puesto que Cristo afirmó que quién comiera su carne y bebiera en su
sangre, permanecería en Él, y Él en el (creyente).
7.
TENEMOS
COMUNIÓN, 1 Corintios 10:16: “Comunión”
se traduce del griego Koinonia,
que significa: tener en común,
compañerismo, la parte que uno tiene en cualquier cosa, participación, un
compañerismo reconocido y gozado (Strong 2842). Los creyentes
tienen compañerismo con Cristo, por medio de la participación de la Cena del
Señor.
8.
NOS
ACERCA A DIOS, Efesios 2:13: La
Biblia dice que en otro tiempo, el hombre anduvo lejos de Dios, desobediente
(Ro. 11:30), sin embargo, a través de la sangre de Cristo, fue hecho cercano a
Dios. La sangre de Cristo cambia el corazón para acercarnos a Dios.
9.
HAY
ENTRADA AL LUGAR SANTÍSIMO, Hebreos 10:19: El lugar Santísimo era el lugar del Tabernáculo construido
por Moisés, en donde estaba el Arca del Pacto, que representa la presencia de
Dios; pero ahora por la Sangre de Cristo tenemos entrada al verdadero Lugar
Santísimo, para conocer al Señor más de cerca y gozarnos en Él.
10.
NOS
SANTIFICA, Hebreos 10:10: La
sangre de Cristo sobre la vida del creyente santifica y regenera, por ello no
debemos menospreciarla, ni tenerla en poco, ya que Dios castigará a aquel que
la tenga por inmunda (He. 10:29).
11.
NOS
TRAE PAZ, Colosenses 1:20: El
Señor trae la paz a la vida del creyente por medio de su sangre, con el
propósito de reconciliarlo con él Padre , y presentarlo, santo, sin mancha e
irreprensible. (Col. 1:22).
12.
NOS
HACE APTOS, Hebreos 13:20-21: “Apto” se traduce de la palabra griega Katartizo,
que significa: hacer apto, equipar y preparar (Strong 2675). La
sangre de Cristo hace apto al creyente para hacer Su voluntad, quitando o
agregando aspectos en su vida que le permitirán crecer y ser edificado.
13.
ES
SEÑAL DE UN NUEVO PACTO, Hebreos 8: 8-13: Dios establece un nuevo pacto, con mejores promesas que el
anterior. Jesús es el mediador del nuevo pacto (He. 12:24), que se selló con
sangre e hizo suficiente ese sacrificio, de una vez y para siempre, por lo cual
somos partícipes y herederos de todas las bendiciones que vienen tras él.
14.
NOS
DA VIDA, Juan 6:53: Cuando
participamos de su carne y de su sangre, tenemos vida. La palabra “vida” se
traduce del griego zoe, que significa: vida como la tiene
Dios, aquello que el Padre tiene en sí mismo y que Él dio al Hijo encarnado que
tuviera, vida en sí mismo y que el Hijo manifestó en el mundo (Strong
2222). Esta vida eterna, es la posesión presente y real del creyente debido a
su relación con Cristo (Jn 5:24; 1 Jn 3:14), que algún día se extenderá al
cuerpo, garantizado por la resurrección de Cristo (2 Co. 5:4; 2 Ti. 1:10).
15.
NOS
QUITA HERENCIAS ANCESTRALES NEGATIVAS, 1 Pedro 1:18-19: Este pasaje indica que fuimos
redimidos de la vana manera de vivir heredada de los padres, por medio de la
sangre de Cristo, es decir, el sacrificio de Jesús hace libre al creyente de
herencias de maldición familiar, puesto que la genética de maldición en el
creyente es cambiada a la genética bendita del Hijo de Dios. La Sangre de
Cristo corta cualquier lazo generacional de maldad, para andar en novedad de
vida.
C
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on estos beneficios se entiende el gran amor de
Dios para sus hijos (Jn. 3:16), ya que Cristo vino a reconciliar todas las
cosas “de las que están en los cielos como las que están en la tierra (Ef.
3:10-11; Col. 1:20; He. 9:23-24). Debemos saber que la sangre de Cristo fue
derramada una sola vez para salvación y es rociada para purificación y
perfeccionamiento hasta el día en que todo sea perfecto.
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