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LA CENA DEL SEÑOR
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"Por
tanto, cuando os reunís, esto ya no es comer la cena del Señor"
"Porque todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, la
muerte del Señor proclamáis hasta que Él venga."
1 Corintios
11:20,26
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E
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l Señor Jesucristo dio instrucciones a sus Apóstoles de que se enseñara
a los discípulos a guardar todo lo que Él mandó (Mt. 28:20 2 P. 1:19); además,
dejó la garantía que el Espíritu Santo recordaría todo lo que dijo (Jn.14:26).
La Biblia nos muestra las dos ordenanzas dadas por el Señor: el Bautismo en
agua, y la Cena del Señor (Lc. 22:19).
La Cena del Señor es también llamada Santa Cena en atención a su
solemnidad y que el participante deberá hacerlo buscando el rostro del Señor, y
la oportunidad de ser ministrado en su ser integral.
D
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ESARROLLO
1.
UN
EJEMPLO EN EL ANTIGUO PACTO, Éxodo 12.
Se encuentra en
la Pascua (del hebreo Pesaj que quiere decir pasar por
alto, gozo y alegría. Strong 6452). Las instrucciones que el Señor dio
a Israel para celebrarla eran:
a. Matar un cordero por familia (v.3-4),
b. El cordero debería ser sin defecto
(v.5),
c.
Impregnar
parte de la sangre en los postes y dinteles de las puertas de las casas (sólo
la primera vez v.7),
d. Comerlo completamente pasado por el
fuego (v.10), con pan sin levadura y hierbas amargas
(v.8), y
e. Debía hacerse con fe; ceñidos los
lomos, sandalias en los pies y cayado en mano (v.11).
Estas
instrucciones enseñan la actitud que se debía tomar en lo personal y colectivo
(v. 47). Los participantes fueron bendecidos con liberación (v. 51). Esta
fiesta tenía un significado hermoso: el recordatorio de haber sido libres por
el Señor con mano poderosa, de la esclavitud de Faraón en Egipto (Ex. 13:14).
Era una fiesta ordenada para Israel (Ex. 13:10), pero ahora la Biblia nos
enseña que tenemos un MAYOR PACTO CON MEJORES PROMESAS (He. 8:6), por ello la
Iglesia de Cristo no celebra la Pascua, porque Cristo es su Pascua (1 Co. 5:7).
2.
EN
EL NUEVO PACTO
Fue en el Nuevo
Testamento que el Señor estableció la Santa Cena, como recordatorio de su
sacrificio por nuestros pecados.
3.
JESUCRISTO
EL CORDERO DE DIOS
Dios prometió a
Abraham que se proveería a sí mismo de un cordero (Gn. 22:8). Cuando Jesús vino
al profeta Juan el Bautista, éste lo identificó como "el Cordero de
Dios, que quita el pecado del mundo" (Jn. 1:29). Antes de ir a la cruz
el Señor Jesús se reunió con sus discípulos (Mt. 26:20), para celebrar la
fiesta de la Pascua; allí incorporó el pan y el vino, estableciendo de esa
forma un pacto nuevo, BASADO EN SU CUERPO Y SU SANGRE (Mt. 26:26-27), mostrando
los planes de bendición de Dios para su pueblo: la liberación de la esclavitud
del pecado a través del sacrificio del Hijo Jesucristo (1 Co. 15:57).
4.
DIOS
ES UN DIOS DE PACTOS
A través de la
Biblia encontramos que Dios hace pactos con el hombre para bendecirlo: Noé (Gn.
9:9), Abraham (Gn.17:2, 7); también el hombre hace pactos: Booz y su pariente
(Rut 4:4-6). Los pactos eran garantizados con diversas prendas o elementos: el
Arco iris (Gn. 9:12-13), la circuncisión (Gn. 17:10,13) y sandalias (Rut
4:7-8). El Nuevo Pacto (2 Co. 3:6), hace cercano al pecador (Ef. 2:12-13), y
hace viejo al pacto anterior (He.8:13); es garantizado (Gá.3:15), con la sangre
de Cristo (1 P. 1:18-19; He. 10:29; Ap. 1:5). La sangre derramada por el
Cordero de Dios es el Nuevo Pacto (Mt.26:28), es pacto del perdón de pecados,
de la paz con Dios (Ro.5:1).
5.
LA
CENA DEL SEÑOR, Mateo 26:17-39; Marcos 14:12-26; Lucas 22:7-20; Juan 13:1-30; 1
Corintios 11:23-34; Juan 6:48-66
a.
FUE
ESTABLECIDA POR JESÚS: La
noche que fue traicionado, el Señor la indicó "haced esto en memoria de
mi" (Lc. 22:19), que tiempo después le fue revelado al Apóstol Pablo
(1 Co. 11:23-25). Es una ordenanza que se debe obedecer (Mt. 28:20; Jn. 8:31; 1
Jn. 3:22).
b.
LOS
ELEMENTOS, EL PAN Y EL VINO: Cuando muchos discípulos no comprendieron la enseñanza de
comer del pan que descendió del cielo, se apartaron (Jn. 6:60, 66), tiempo
después el Apóstol Pablo invita a discernir el cuerpo del Señor al tomar el pan
y el vino (1 Co. 11:29). En este acto participamos simbólicamente, no
literalmente, de la carne y sangre del Señor (Jn. 6:52-56).
i.
El
Pan, Lucas 22:19: El
Señor dijo que Él era el pan vivo que descendió del Cielo (Jn. 6:51). En Juan 6
habla de su carne, su cuerpo: que es verdadera comida (del griego brosis:
comida, alimento. Strong 1035). Cuando el Señor dijo "esto es
mi cuerpo que por vosotros es partido, dado", enseña el simbolismo del
acto, que se refiere a la consubstanciación (realidad de Cristo en el acto no
en los elementos). Simboliza la comunión
con los hermanos, que siendo muchos, somos parte del cuerpo místico de Cristo
que fue partido (1 Co. 12:12), y que para estar en Él, debemos amarnos los unos
a los otros (1 P. 1:22); también nos recuerda que ya no somos huérfanos, sino
hijos de Dios (Jn. 14:18; 1 Jn. 3:1; He. 12:9).
ii. El Vino, Mateo 26:27-28: La sangre (haima. Strong
129), es esencia de la vida (Lv. 17:11), y el Señor la presentó como verdadera
bebida (posis: bebida, representado en el jugo de las uvas o
vino. Strong 4213), cuando dijo "esto es mi sangre", la cual es
derramada para vida. Representa la comunión con el Señor, ya que la sangre
derramada significa perdón de pecados (He. 9:22), y paz del hombre para con
Dios (2 Co. 5:19) por la que tenemos entrada al Lugar Santísimo donde está el
Señor en su trono de gracia (He. 4:16).
6.
ES
SÓLO PARA LOS SUYOS
En Éxodo 12:43
y 48 se prohibían que los extranjeros participaran de la Pascua, a menos que se
circuncidaran. Posteriormente el Señor Jesús sirvió la Cena a sus discípulos
(Mt. 26:25-30), quienes al escuchar que alguien lo traicionaría le preguntan ¿Seré
yo Señor? (Mt. 26:22), porque aunque reconocían el señorío de Jesús, tenían
temor de ser traidores, lo que nos enseña que la Santa Cena es para llevarnos a
una reflexión (Jn. 6:54; Fil. 1:6).
7.
PROPÓSITOS
- Recordar la muerte y resurrección del Señor,
1 Corintios 11:24: El alma
tiende a olvidar las bondades de Dios (Sal.103:2), por lo que uno de los
objetivos de la Cena es recordar el sacrificio del Señor en la cruz (Fil.
2:8), para mantener viva la esperanza (Ro. 5:2), y estar apartados para Él
(1 Jn. 3:3).
- Tener vida eterna en sí mismos, Juan 6:51,
53: Al juzgarnos a nosotros mismos en la Santa
Cena (1 Co. 11:28), debemos despojarnos de lo que no conviene y desagrada
a Dios y para que Él nos limpie (1 Jn. 1:9). Cuando comemos la Santa Cena estamos
comiendo a Cristo y su vida (Zoe), está en nosotros (Jn. 6:57).
- Tener comunión con Dios: Conduce a buscar la limpieza del alma y si se
permanece firme, se tiene la vida de Él (Jn. 6:56).
- Fortalecerse, sanar y tener vida, 1 Corintios
11:30: Las consecuencias de
no tomar la Cena en la comprensión y actitud espiritual adecuada son:
debilidad, enfermedad espiritual y física, y hasta muerte física, por
ello al participar de la Cena como agrada al Señor, recibimos: fortaleza,
sanidad espiritual y física, y vida física adicional.
- Tomar su Imagen: La sangre contiene la genética, esta es la razón por la que los
hijos se parecen a los padres (Gn. 5:3), cuando participamos de la sangre
estamos introduciendo la genética Divina en nuestra vida, para despojarnos
al viejo hombre (Ef. 4:22), y así tomar la imagen del nuevo hombre (1 Co.
15:48), hasta llegar a la estatura del varón perfecto, nuestro Señor
Jesucristo (Ef. 4:13).
- No ser juzgados con el mundo: Al hacer uso del juicio personal, guiados por
el Espíritu Santo, somos redargüidos de pecado (Jn. 16:8), lo que nos
conduce al arrepentimiento y a estar en la voluntad de Dios (2 Co. 7:10).
- Mantener el poder de la salvación, Hechos 2:42,
46: Es una oportunidad para gozar de la
misericordia de Dios para restauración (1 Co. 11:28), por lo que debemos
participar.
8.
INSTRUCCIONES
EN LA CENA DEL SEÑOR
- En su memoria: No debemos acercarnos a su mesa como un rito (Mt. 15:8), sino en
memoria de su sacrificio, en su honor (1 Co. 11:24-25), anunciando que a
través de su muerte, Él pagó la deuda del pecado: pasado (Ef.2:1-2),
presente (1 Jn. 2:1), y con la expectativa futura "hasta
que Él venga", es decir, lleva implícito el anuncio de su resurrección
y retorno, porque Él vive (Lc.24:5), produce gozo y alegría a los que han
alcanzado el perdón de pecados (1 Co. 15:14).
- Discernir el cuerpo del Señor: Es distinguir que lo que se hace, no
solamente en una ceremonia física (Lc. 22:15), sino un acto con un alto
contenido espiritual: es la sustancia del pan que representa el cuerpo de
Cristo (Col. 1:18a), al entender que en su cuerpo "Él llevó el
castigo de nuestra paz, que fue herido por nuestras transgresiones y que
por sus llagas fuimos curados" (Is. 53:5). También es amar al
hermano como Él nos ama (Jn. 15:12), para no ser culpado del cuerpo y de
la sangre del Señor (1 Co. 11:29).
- Participar dignamente: No se habla de ser perfectos para participar
(Lc. 22:31-32), sino de buscar la perfección en Él (Mt. 26:75); es la
oportunidad de juzgarnos a nosotros mismos poniéndonos a cuentas con Dios
(1 Co. 11:28), no guiados por el alma, porque ésta tiende a auto
justificarse (Lc. 12:19), sino por medio del Espíritu Santo, el cual nos
guía a toda verdad (Jn. 16:13). Participar dignamente es reconocer nuestra
condición de debilidad y pedirle ayuda para evitar ser juzgados por el
mundo y no ser acusados por el diablo.
- No por ritualismo: Cuando no se discierne el cuerpo del Señor,
se practica como una ceremonia (1 Co. 11:20-22), lo cual no se debe hacer
porque ha sido advertido específicamente por el Señor a través del Apóstol
Pablo.
- En la comunión del Espíritu Santo: La cena fue preparada en un aposento alto
(Lc. 22:12), figura de la búsqueda de la comunión con Dios (Ex. 24:15-16).
- Periodicidad, 1 Corintios 11:25b: La Biblia no indica las veces que se debe
participar, ni mínimo ni máximo; sin embargo, indica que se debe hacer
constantemente
L
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a Cena del Señor es un banquete, es una fiesta de liberación y
bendición preparada para el pueblo de Dios; para ponernos a cuentas y buscar la
comunión con Él, por lo que debemos participar solemnemente y a la vez gozosos
de que se nos haya dado la oportunidad de recibir tal bendición por medio del
sacrificio del Señor.
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