martes, 27 de mayo de 2014
viernes, 16 de mayo de 2014
EL SEGUNDO ADÁN
EL SEGUNDO ADÁN
«Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron» (Ro. 5:12).
INTRODUCCIÓN: cuando Dios terminó la obra creativa del universo, pasando examen a todas las cosas creadas, vio que «todo era bueno». El hombre constituía la obra cumbre de la creación, el ser semejante a Dios: inteligente, dotado de voluntad propia, conciencia, espíritu. Toda la creación ofrecía un bello espectáculo de armonía, equilibrio, obediencia a los lineamientos de su Creador; pero aquel espectáculo de hermosura fue de pronto quebrantado con la entrada del pecado al mundo.
1. El escenario del pecado: «El pecado entró en el mundo …». En el decurso de la historia humana jamás ha habido un día más negro, más triste y amargo, que el día cuando el pecado hizo su entrada en el mundo. Los ángeles del Cielo han de haber suspendido sus alabanzas, el gozo ha de haberse convertido en tristeza, por cuanto el pecado había venido a mancillar la perfecta y hermosa creación de Dios. Desde ese momento era necesario un Salvador. El hombre jamás llegaría a liberarse del pecado; el mundo jamás volvería a quedar limpio y armonioso. Desde entonces, el pecado principió una obra demoledora, desquiciante. El pecado se fue multiplicando con rapidez sorprendente, como el germen mortífero más terrible que haya conocido la humanidad. Frente al pecado no han valido las reformas sociales, la cultura, la educación. El pecado sigue su ritmo de multiplicación asombrosa, de tal manera que cada día el mundo se va despeñando hacia el abismo ignominioso del pecado en todos los órdenes de la vida.
2. El vehículo del pecado: ¡«El pecado entró … por un hombre». El hombre fue el instrumento idóneo para introducir el pecado. El hombre se prestó a los planes satánicos de corromper la hermosa creación de Dios. Desde entonces se hacia necesario que otro hombre rescatara lo que el primero había perdido; que otro hombre, situado en el pecaminoso ambiente del mundo, fuera Reivindicador y Redentor del mismo hombre. Habiendo entrado el pecado por un hombre …, pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. Ninguno pudo ni podrá quedar exento del pecado. En la soledad del anacoreta, allí hay pecado; en el interior del hogar más respetable, allí entró el pecado; en la vida del hombre más piadoso, allí hizo morada el pecado. El pecado no ha respetado al noble ni al plebeyo, al rico ni al pobre, al sabio ni al ignorante. Todos por igual, «por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios» (Ro. 3:23), reafirmando una y otra vez que «no hay justo, ni aun uno» (Ro. 3:10).
3. Las consecuencias del pecado: «Por el pecado (entró) la muerte».
a) La muerte hizo presa del hombre: «El pecado reinó para muerte» (Ro. 5:21). No hubo poder que pudiese librar de la muerte al hombre. Las consecuencias del pecado constituyen la parte más horrible y sucia del mundo. La primera manifestación del pecado fue vergüenza y miedo. Adán se escondió de la presencia de Dios y dijo: «Tuve miedo … y me escondí» (Gn. 3:10). El pecado trajo una secuela de sufrimiento, de llanto, de degradación, de angustia. Los cementerios son mudos testigos del resultado del pecado. La muerte física condujo a la muerte espiritual. El pecado no se aniquila con la muerte del cuerpo, y sus efectos continúan sobre el alma por toda la eternidad. Si acaso el hombre pudiera librarse del pecado al morir, no tendría objeto alguno practicar la devoción, ni creer en Dios, sino entregarse a una vida de desenfreno. El cáncer produce intensos sufrimientos físicos; pero cuando la persona muere, el efecto del cáncer ya no le incomoda,
porque la muerte se ha encargado de vencerlo. Sin embargo, el pecado no se acaba con la muerte física.
b) «La muerte pasó a todos los hombres»: el hombre introdujo el pecado, el pecado acarreó la muerte; la muerte conduce al infierno. El infierno es el postrer lugar a donde el pecado lleva al hombre. El pecado seguirá dominando a la persona aun después de la muerte, de tal manera que tiene poder para llevar al infierno. El pecado no tiene otra dirección a donde conducir al hombre, ni otro resultado que el mismo infierno. Quien vive conscientemente en el pecado, está a un paso del infierno. El hombre jamás podrá librarse por si mismo del pecado y sus consecuencias, por esta razón se hacía necesario un Segundo Adán.
4. Cristo es el segundo Adán: «Si por … uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo» (Ro. 5:17). Cristo vino al mundo con la tarea de rescatar lo que el primer Adán había perdido. Tuvo la misión de luchar cuerpo a cuerpo con el pecado, en el escenario del pecado, con el mismo cuerpo que fue vehículo del pecado, para acabar una vez por todas con las amargas consecuencias del pecado en el hombre. Estuvo sujeto a las mismas flaquezas humanas, a las mismas tentaciones; pero se mantuvo firme ante los ataques del pecado para reconquistar la vida que el primer Adán perdiera …
a) Cristo es la vida que se ofrece al hombre mediante la «abundancia de la gracia» (Ro. 5:17): Cristo triunfó sobre la muerte, para darnos vida. Fue sepultado y resucitó glorioso, como el Adán triunfante e invicto, para dar vida a un mundo azotado por la muerte física y espiritual. «Por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida» (Ro. 5:18).
b) El Señor Jesucristo doblegó el pecado con todas sus consecuencias condenatorias para impartir justicia eterna a cada creyente: la justicia de Dios se imparte al hombre a través de Cristo Jesús. El hombre condenado por la justicia divina, ahora es rescatado de la sentencia eterna mediante la justicia del Segundo Adán. «Así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos» (Ro. 5:19).
c) El pecado de Adán fue la desobediencia a la orden que Dios había dado: por tanto, se hacía necesaria la obediencia de un Segundo Adán para corregir la primera falta. Cristo fue «obediente hasta la muerte, y muerte de cruz» (Fil. 2:8). «Cristo fue nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que (por su obediencia) redimiese a los que estaban bajo la ley» (Gá. 4:4, 5). La perfecta obediencia de Cristo a la voluntad de Dios, ha traído como consecuencia directa el ser justificados.
d) Y si el pecado se multiplicó y abundó en grado extremo, «sobreabundó la gracia» (Ro. 5:20). En toda la historia de la humanidad hasta el fin del mundo la gracia será superior al pecado, aun cuando éste se multiplicara mil veces más. Siempre habrá un caudal de gracia para alcanzar al hombre más pecador. «Así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reina por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro» (Ro. 5:21).
CONCLUSIÓN: hermano, ya no tienes que hacer más, ni buscar más, que a Cristo, el Adán triunfante, la esperanza gloriosa de tu salvación. Por el Segundo Adán el hombre tiene la promesa de vida eterna. Acepta hoy a Cristo Jesús como tu Redentor depositando toda tu confianza eternamente en él.
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miércoles, 14 de mayo de 2014
EL PODER DE DIOS
EL PODER DE DIOS
pues nuestro
evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en
el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre
vosotros por amor de vosotros.
(1Tes 1:5)
INTRODUCCION
El verdadero evangelio
no esta limitado en trasmitir las palabras del aobra realzada por Cristo ; a
esto se le debe anadir las manifestaciones y el poder del reino
de Dios .
La palabra poder se
emplea en Nuevo testamento como Dynamis en su original y el arameo lo traduce
Coag , lo que quiere decier es la capasidad de llevar a cabo bajo la mano
ponderosa de Dios .
Dios en su grandeza nos
permite o da el poder de su virtud mediante el Espiritu Santo para la obra sea
cual sea nos halla encomendado , tale s el caso en el antiguo testament de
Moises , Josue , Elias , Eliceo y en el Nuevo testament los Apostoles y lideres de la Iglesia , Pedro , Jacobo ,
Juan , Pablo y Timoteo .
El poder de Dios puede
se manifestado no solo por su iglesia , si no que tambien tenemos a la misma creacion que nos habla de la grandeza y
la Gloria de nuestro Dios ( Rom . 1. 20 . )
.
I.
EL PODER DE DIOS
EN NUESTRO SENOR JESUCRISTO
Para la realizacion
maravillosa que le fue encomendada en este mundo , el Padre lo ungio con el
Espiritu Santo Lucas 4: 18 . El nesecito de ese poder para que asi se cumpliese
cada porcion de las escrituras del antiguo testament que hablaban que el reino
mesianico y su mesias deberia ser lleno de manifestaciones ponderosas .
Jesus no se Adelanto a
los planes de su Padre si no que espero la llenura y la plenitud del Espiritu Santo en El para
comenzar la labor que se le habia encomendado . Cuando esto sucedio ocurrieron
cosas extraordinarias en la vida y
ministerio de Cristo :
1.
Glorifico al
Padre con obras ponderosas , sanidades , liberaciones y Milagros en aquellos
que creian a su palabra o que eran hijos . Mateo 9 : 8 .
2.
Utilize el poder
con gran responsabilidad recordemos lo que dicen “ UN GRAN PODER REQUIERE UNA
GRAN RESPONSABILIDAD” ese poder no lo
utilizo para lucrarse ni para lucirse el mismo sino para pasar muchas veces
inarvertido y asi para darle la Gloria solamente a su Padre , Lucas 5 : 14
3.
Cristo no libro
del poder del Satanas , la mas grande manifestacion de su poder tuvo sin duda
alguna gran victoria sobre el reino de las tinieblas y fue en la resurreccion
de los muertos Hebreos 2:14-15 .
La condicion humilde de
nuestro Senor fue el ingrediente mas notable para la manifestacion de ese poder
, que atraia a muchoa hacia el , poe medios del precioso Espiritu Santo .
II.
EL PODER DE DIOS
EN NOSOTROS
En este tiempo o ultima
dispensacion ese mismo poder esta en nosotros , y fue derramado mediante el
Epiritu Santo en nosotros , el Senor les dijo a sus Discipilos que en Hechos 1:
18 que recibirian ese poder de lo alto
en toda su manifestacion asi que en
obediencia esperaron ese poder lo cual fue el pentecostes en sus vidas todo
cristiano deberia anhelas ese pentecostes en su vida o plenitude del Espiritu
Santo .
Ese poder no sirve
ahora para:
1.
Por medio de ese
poder somo salvos 1 Cor 1 : 18 . Para nosotros el mensaje de ese evangelio es
el poder de Dios .
2.
Ese poder llega
a nosotros cuando Cristo llega a nuestra vida 2 Cor. 13 : 3-4 .y cuando el Epiritu Santo
nos reviste Lc . 24 : 49 .
Pero la mayor
inquietude que tengamos es cual es el proposito del poder de Dios en nosotros
Veamos a la luz de la
palabra :
A.
Para ser
fortalecidos ( Ef . 6: 10 ) : Solo el poder de Dios nos permite estar de pie.
B.
Para guardarnos
( Judas 24 ) : Nuestro Dios es poderoso para guardarnos sin caida .
C.
Para pelear las
batallas espirituales ( 2 Cor . 10: 4 ) .
D.
Para presentar
al mundo un evangelio que no consista en
palabras solamente sino en demostracion del Espiritu y Poder ( 1 Cor 4 : 20 ) .
CONCLUSION
El evangelio no solo se
limita en palabras sino tambien en demostracion de espiritu y senales , al igual que Jesucristo la
Iglesia debe de usar el poder que el
padre le otorga con responsabilidad y
sobre todo la guianza del Espiritu Santo .
martes, 13 de mayo de 2014
LA ELECCIÓN DEL UNGIDO
LA
ELECCIÓN
DEL UNGIDO
“Envió, pues, por él, y le hizo entrar; y era rubio, hermoso de ojos, y de buen parecer. Entonces Jehová dijo: Levántate y úngelo, porque éste es. Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a Ramá” (1 S. 16:12–13).
Introducción
Jehová habló a Samuel su profeta y lo hizo con pregunta y respuesta (1 S. 16:1 cp. 16:2). La voluntad de Dios para con los creyentes muchas veces es pregunta y es respuesta (Éx. 3:11–12; Hch. 16:30–31).
Con una interrogante Jehová le confirma a Samuel que Saúl ya no era su voluntad para el pueblo. ¿Será usted o seré yo la voluntad de Dios en el ministerio donde estamos? ¿Nos habrá desechado Dios, pero todavía cumplimos con el tiempo de la posición? ¿Estaremos en posición sin ministerio?
La voluntad de Dios fue directa, pero no específica a Samuel: “Llena tu cuerno de aceite, y ven, te enviaré a Isaí de Belén, porque de sus hijos me he provisto de rey” (1 S. 16:1).
A Samuel le llegó palabra de revelación en cuanto al lugar y a la familia, pero no al ungido. Dios le manifestó su voluntad progresiva. Entender la voluntad progresiva de Dios exige obediencia, tiempo y paciencia. Se necesita saber esperar en Él.
Ante la interrogante de Samuel y su temor a Saúl: “¿Cómo iré? Si Saúl lo supiera, me mataría” Dios le dio por excusa el propósito de que iba a ofrecerle sacrificio a Él y que ya allá invitaría a Isaí (1 S. 16:2–3).
Notemos las palabras de Dios: “y yo te enseñaré lo que has de hacer; y me ungirás al que yo te dijere” (1 S. 16:3). Samuel tenía que aprender lo que era la voluntad de Dios y tenía que hacer la voluntad de Dios. Nadie será el ungido porque quiera serlo o porque lo elijan como ungido; será el ungido porque Dios mismo lo elige y lo separa.
Una persona puede ser electa a una posición religiosa, pero solo Dios puede llamarla a esa posición. Esa es la razón por la cual hoy día tenemos tantos problemas con personas que han sido electas a posiciones sin llamado de Dios.
I. El tiempo de la elección del ungido
En 1 Samuel 16:5 leemos: “El respondió: Sí, vengo a ofrecer sacrificio a Jehová; santificaos, y venid conmigo al sacrificio. Y santificando él a Isaí y a sus hijos, los llamó al sacrificio”.
Cuando el profeta Samuel llegó a Belén, su presencia causó miedo. La llegada de los profetas era siempre un momento de preocupación, principalmente cuando se trasladaba fuera de su territorio profético. A eso se debe la pregunta de los ancianos de Belén: “¿Es pacífica tu venida?” (16:4).
Notemos que Samuel santificó a Isaí y a sus hijos y los convocó al sacrificio (16:5). Pero en esa ceremonia de consagración y en ese sacrificio de adoración faltaba David. Él ya estaba santificado por Dios mismo y era un adorador individual del Eterno.
El ungido debe ser seleccionado y elegido de un ambiente de santidad y adoración. El ungido debe ser una persona santa y que adora al Dios Todopoderoso. No es tanto dónde se adora, sino cómo se adora (Jn. 4:20–24).
El ungido aunque está en el campo del mundo, no es del mundo. Le pertenece a Dios (Jn. 15:19; 17:24; Gá. 6:14). El mundo no afecta al ungido que está en una buena relación con Dios; es el ungido quien afecta al mundo. La presencia de Jesucristo en el creyente es la que destaca a él o ella ante el mundo.
Santos y adoradores son la clase de personas que el Espíritu Santo está buscando para llenarlos de la gloria y la presencia divina.
II. La obediencia en la elección del ungido
Un tremendo desfile de jóvenes apuestos y capacitados ante el juicio humano pasaron delante del profeta Samuel. Todos hijos de Isaí. Siete en total; el número del complemento. Pero ninguno de ellos, aunque con razones válidas externamente, tenía la calificación interna para ser el ungido de Dios (1 S. 16:8–9). Con siete no se completaba la voluntad de Dios, sino con ocho.
Ya la Dios le había dado especificaciones a Samuel en la elección del ungido: “No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón” (1 S. 16:7).
La visión de Dios no es la misma que la del ser humano. El primero mira por dentro, el segundo mira por fuera. Dios no está interesado en “parecer” ni en grandeza humana. Esos son los requisitos carnales del mundo. Los más capacitados y los mejor parecidos son los que muchas veces reciben empleos y obtienen promociones. A Él le interesa el corazón del que será su ungido.
Samuel miraba lo que estaba afuera, veía en el balcón; “pero Jehová mira el corazón”, ve la sala y las habitaciones. Nadie podrá ser el ungido de Dios si verdaderamente no le ha entregado su corazón (figura de la mente y asiento de las emociones) a Dios. Abinadad, Sama y sus otros cinco hermanos tenían todo, menos el corazón que Dios buscaba.
Samuel no se dio por vencido y le preguntó a Isaí: “¿Son éstos todos tus hijos?” (16:11). A lo que Isaí respondió: “Queda aún el menor, que apacienta las ovejas” (16:11). Samuel entonces decidió no comer hasta que llegara el que faltaba.
El ungido muchas veces es ese “menor” que no es tomado en cuenta por los mayores. Ese que parece no prometer mucho y del cual se espera muy poco en el futuro Ese que no cuenta para nada y que su opinión no vale. Ese que no forma parte de la “política” familiar. Ese que siempre está lejos y difícilmente lo dejamos acercarse a nosotros. Ese puede ser el “menor” que Dios quiere llamar y ungir con su Santo Espíritu.
Samuel decidió que no comería hasta que el “menor” llegara. Por causa del “menor” los mayores deben hacer sacrificios personales. A ese “menor” tenemos que esperarlo. Es importante. Dios tiene un plan para él. Debemos ser parte en el propósito de Dios para la elección del “menor”. El profeta lo esperó (16:11).
En 1 Samuel 16:12 leemos: “Envió, pues, por él, y le hizo entrar”. Aquí notamos el espíritu de obediencia en David: “envió, pues, por él”. Luego su espíritu de humildad: “y le hizo entrar”. David se sometió a la autoridad espiritual de su padre Isaí. El que tiene problemas con estar bajo autoridad, le será difícil estar en autoridad. El sometimiento a la autoridad tiene que salir del corazón y no de la mente. La mente sin corazón produce carnalidad, pero con el corazón produce espiritualidad.
III. La confirmación en la elección del ungido
La apariencia de David se describe así: “y era rubio, hermoso de ojos, y de buen parecer” (1 S. 16:12). La mirada y la apariencia de David son señaladas; físicamente describían al ungido David, pero espiritualmente señalan dos cualidades que deben tener los ungidos.
Veamos, el ungido es elegido y seleccionado por las cualidades de su apariencia y su visión. De David leemos: “y era rubio”. Otra versión traduce “sonrosado”, al igual que en Cantares 5:10, y no es una alusión al pelo sino a la piel.
Denota un estado más bien de salud. El ungido debe gozar de una buena salud espiritual y emocional. Creyentes con cargas, bajo presiones, deprimidos, rencorosos, angustiados, enojados… muchas veces transmiten esa clase de espíritu en sus ministerios, enseñanzas y prédicas. Lo que ellos mismos están sintiendo es lo que muchas veces proyectan a otros. Sus palabras son “catarsis” emocionales. Predican con ira y promueven las contiendas y la rebelión.
La visión del ungido llama la atención de los demás. No mira como los demás y ve más allá que los demás. El visionario mira las cosas como las ve Dios.
El ungido se distingue por su “buen parecer”. Espiritualmente este “buen parecer” habla de una vida transformada. Personas cambiadas por el poder transformador de Jesús de Nazaret, serán las que cambiarán familias, ciudades y naciones. Un estilo de vida diferente es la más poderosa predicación que cualquiera puede ministrar.
Conclusión
(1) El que desea ser elegido como ungido para Dios, tiene que ser paciente y esperar el tiempo de Dios. (2) Tiene que ser obediente a los que Dios le ha puesto como autoridades espirituales. (3) Debe poseer una visión de Dios y un estilo de vida que muestre a un Dios que cambia.
Iglesia
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lunes, 12 de mayo de 2014
EL MINISTRO O SIERVO UNGIDO
EL MINISTRO O
SIERVO UNGIDO
el cual
asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino
del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica.
(2Co
3:6)
INTRODUCCION :
Cuando oimos hablar de ministros
ungidos , casi siempre pensamos en el calibre de los apostoles de la iglesia
del principio o de algunos de los profetas del antiguo testamento.
La habilidad que ellos tenian
estaba fundamentada en el poder de Dios . El los habia capasitado para la obra
del ministerio y era el Espiritu Santo quien hacia maravillas cuando ellos
predicaban la palabra .
I.
QUIEN
ES UN MINISTRO.
Es una peresona designada por
Dios para desempenar una tarea dentro de su obra .Muchos fueronapatadospor Dios
desde antes de nacer Ejemplo :Jeremias ( Jr. 1: 5 ) ; otros por el contrario
fueron llamados a una edad avanzada , Moises y Pablo .
Dios nunca ha dejado de reclutar
siervos .En el Antiguo Testamento vemos como el Espiritu de Dios estaba sobre
ellos para realizarel servicio para el cual eran llamados . Como ejemplo de lo
anterios figuran Moises , Sanson , Elias y Eliceo etc. En quienes el Espiritu
de Dios venia sobre ellos para que ejecutasen su tarea y luego subiaal cielo .
En la era actual lo maravilloso
es que el Espiritu vino y mora en los que creen en Jesucristo; a diferencia de
laantigua era . La biblia declara que los hombres son sujetos a pasiones
humanas, y lo que los hace actuar
sobrenaturalmente es la Uncion del Espirituque mora y reposa en ellos.
Hay una grandiferencia entre los
ministros de la letra , los que tranmiten unicamente el conocimiento , y los
ministros del Espiritu en quienes el Espiritu hace la diferencia ,pues es quien los habilita para hacer determinada
obra .
II.
SER
MINISTRO UNGIDO REQUIERE DE UN PROCESO .
Estudiando la vida del apostol
Pablo , veremos el desarrolo o proceso de un ministro ungido :
A.
Conversion ( Hch . 26 : 12-15 ) . Tenia una vida religiosa hasta que tuvo un
encuentro personal con el Senor . Experimento el verdadero arrepentimiento ,
tuvo un cambio de mente, se dio cuenta de que era pecador y se volvio hacia
Dios , cambiando radicalmente su conducta.
B.
Recibio
la llenura del Espiritu Santo ( Hch . 9 : 17 ) . Estando atonito en la ciudad
de Damasco , tiene la experiencia de la
llenura del Espiritu Santo por la imposicion de las manos de un discipulo
llamado Ananias .
C.
Bautizado
en Agua ( Hch . 22 : 16 ) . Tuvo la bendicion de recibir la llenura y luego bautizarse en agua , lo cual es la
primera minitracion del alma .
D.
Ministerio
Fructifero ( 1 Cor . 9: 12 ) . Le fue encomendado predicar el evangelio a los
gentiles, en donde el Senor glorifico su nombre . La palabra que predicaba era
ungida pues era el Espiritu Santo quien se lo revelaba . Asimismo , las senales
confirmaban el calibre de su ministerio . Habia fundado Iglesias las cuales
eran prosperas espiritualmente y crecian considerablemnte en numero .
III.
EL
PROPOSITO DEL MINISTRO UNGIDO Hch . 26:
17
A.
El
ministro es envido a atender las nesecidades de las personas , principalmente
las Espirituales , servir de guia al pueblo , sustentarlo y cuidarlo .
B.
Para proclamar el evangelio a toda creatura,
logrando que se conviertn de las tinieblas a la luz . No se puede ir al mundo
con un mensaje de letra unicamente , es necesario manifestacion y poder en el Espiritu .
C.
Los
que hallan aprendido obediencia en el ministerio y sujetos a la cobertura de
ese ministerio , pueden ser enviados .
Conclusion
El ministro ungido es equipado
espiritualmente para desempenar una
labor de ayuda al Senor en su iglesia que compro con su misma sangre , siendo
la base de su ministerio la edificacion , la exhortacion y consolacion
. Estara comprometido a depender total mente de su Amo como siervo
y llenura e investidura del Espiritu Santo .
Manuel Rivera
Iglesia de Cristo
Tabernaculo del Shaddai
IGLE-BURGER
DEFINICION DE IGLE-BURGER
dicese de iglesia que alimenta a sus feligreses con comida chattarra o mejor dicho sermones que no llevan a cambio ni desafio en la vida a las personas ;
menu principal.
menu principal.
Prosperidad : aunque vivan mal
no servicio : aunque solo vallan el domingo
comodidad : sin interes de servir en la obra
mala doctrina : reflejo en el testomonio (FAMILIA. TRABAJO EIGLESIA ) .
no servicio : aunque solo vallan el domingo
comodidad : sin interes de servir en la obra
mala doctrina : reflejo en el testomonio (FAMILIA. TRABAJO EIGLESIA ) .
ESTAS IGLESIAS ESTAN UBICADAS LA MAYOR PARTE EN ESTADOS UNIDOS , EUROPA y le dan mucha inportancia a la proSperidad terrenal .
Concejo :
alimentate bien de la palabra de Dios en tus devocionales personales , congragate y se parte en el servicio de la iglesia .
pide ayuda al Espiritu Santo a que provoque cambio en tu vida .
alimentate bien de la palabra de Dios en tus devocionales personales , congragate y se parte en el servicio de la iglesia .
pide ayuda al Espiritu Santo a que provoque cambio en tu vida .
No te engañes pensando que porque tienes palabra , provicion , cobertura y hasta un nombre como movimiento o iglesia estas en el reino de Dios .
israel tenia todas estas cosas y Dios solo estaba esperando que se mirieran en el desierto por ser un pueblo de dura cerviz .
Manuel rivera
Tabernaculo del shaddai
Tabernaculo del shaddai
mision cristiana elim
El conocimiento que vale
Devocional
El conocimiento que vale
Pues su divino poder nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad, mediante el verdadero conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia. 2 Pedro 1.3 (LBLA)
En un intento por traducir con mayor fidelidad la palabra «conocimiento», la versión de La Biblia de las Américas incorpora a este versículo la frase «verdadero conocimiento». De verdad que es una buena alternativa porque hay conocimientos que sólo son apariencia.
En el griego existen dos palabras distintas para el término castellano «conocimiento». La primera es la palabra gnosis. Esta palabra indica una erudición que es producto del estudio. Típicamente se la relaciona con el fruto del proceso académico que ocurre por medio de un minucioso análisis de todos los aspectos relacionados con determinada materia, a fin de llegar a un conocimiento acabado de un tema. De esta manera, la persona que ha cumplido con el proceso podría ser considerada como experta en la materia.
La otra palabra es epiglotis, también, en la mayoría de las versiones de la Biblia es traducida por «conocimiento». En el idioma original, sin embargo, la diferencia entre una palabra y la otra es muy marcada. El segundo tipo de conocimiento no es el fruto del estudio, sino de la observación. Es la clase de conocimiento que podría tener un esposo de su esposa. Nadie le ha enseñado al varón que a su esposa le gustan dos cucharadas de azúcar en el té, ni que le encanta que le regalen flores. Lo ha aprendido, más bien, porque ha convivido con ella durante muchos años. En la cercanía a su persona ha adquirido un cúmulo de conocimiento sobre ella que otras personas no poseen.
Este tipo de conocimiento que menciona el apóstol Pedro, es el eje central de la vida espiritual a la cual hemos sido llamados. No es el conocimiento de Dios adquirido como resultado de lo que hemos leído, ni lo que otros nos han contado, ni tampoco de lo que hemos podido estudiar nosotros mismos. Es, más bien, el conocimiento que hemos obtenido como fruto de haber pasado mucho tiempo con él. Podemos hablar con cierta confianza acerca de su persona, porque hemos cultivado la clase de intimidad que es común entre dos seres que se aman.
Este tipo de conocimiento, nos dice el apóstol, es la llave de la vida espiritual. Propicia nuestra confianza plena en Aquel que nos ha llamado, porque sabemos por experiencia personal que no nos fallará, aun en las peores tormentas. Permite que le busquemos cuando necesitamos de su gracia, porque tenemos certeza de no volver con las manos vacías.
pensemos en esto :
El apóstol Pablo, autor de las más profundas doctrinas del Nuevo Testamento, eximio conocedor de la Palabra, consideraba que aún tenía mucho por recorrer en su conocimiento de la persona de Dios. el declaró:
«Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por amor a él lo he perdido todo y lo tengo por basura, para ganar a Cristo…» a fin de conocerlo (Flp 3.7–10).
Tabernaculo del shaddai
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sábado, 10 de mayo de 2014
LAS ANGUSTIAS DE JONÁS Y SU REMEDIO
LAS ANGUSTIAS DE JONÁS
Y SU REMEDIO
(Jonás: 2:7–9)
INTRODUCCIÓN: no pudo negar que tenía sus angustias. Estaba dentro del estómago del pez sufriendo (descríbase cómo se sentía allí) (vv. 2–7).
1. La causa de sus angustias:
a) El mismo tenía la culpa. Y una cosa buena tenía Jonás: no le echaba la culpa a otro (1:10). Muchos hay que pecan y tienen angustias, y luego echan la culpa a la sociedad, a sus padres, a los malos compañeros, a todos, menos a sí mismos.
b) Sabía que era castigo de Dios (2:3).
c) Reconoció que el pecado trae el mal (2:8).
2. El remedio de sus angustias:
a) Reconocía que Dios puede librar aun de lo que parece ser la muerte inevitable (2:2): Sheol, lugar de los espíritus de los muertos, (equivocadamente aquí traducido «infierno») parecía ya haberse apoderado de él.
b) «La oración cambia las cosas»: cuando Jonás empezó a orar, el pez ya estaba en camino hacia la tierra, para vomitarlo en tierra seca. Pues Dios si libra, y el pez le obedece, como toda la naturaleza obedece a Dios cuando él manda.
c) Las angustias y dificultades llevan a uno a acordarse de Dios. Un viejo cristiano negro dijo: «Yo siempre oro; pero parece que son más eficaces mis oraciones cuando estoy en apuros».
d) Jonás aceptó una tarea desagradable (2:9). Muchas veces un cristiano tiene que hacer eso; pero generalmente al aceptarla de corazón pronto deja de ser desagradable. La dificultad con Jonás fue que aceptó de boca. pero no de corazón.
e) Jonás hizo promesas a Dios (2:9). Hay gentes hoy día que se jactan de que nunca hacen promesas. Pero en su vida diaria las hacen todo el tiempo. ¿Cómo se casa uno sin hacer promesas? ¿Cómo pide prestado si no promete pagar la cuenta? También a Dios debemos hacer promesas, y luego tratar de cumplirlas.
f) Jonás se rindió a Jehová.
CONCLUSIÓN:
vamos a hacer paz también con Dios, prometiendo obedecerle inmediatamente.
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¿QUÉ ES LO QUE DIOS QUIERE?
¿QUÉ ES LO QUE DIOS QUIERE?
(Miqueas 6:6–8)
Ejemplos de la Palabra de Dios …
1. Un escriba (Mr. 12:28–34):
a) Un escriba que se suponía que se sentaba en la cátedra de Moisés, para interpretar la ley.
b) Era una persona discreta; tenía su teoría. Aunque estaba perdido, el Señor Jesús le dijo que no estaba lejos del Reino de Dios.
2. Un gobernador:
a) Félix (Hch. 24:25–27):
—Pablo razonaba con él, y le señalaba el terrible efecto de sus pecados.
—Félix temía, pero estaba perdido.
b) Pilato (Jn. 18:37–19:22):
—Escuchó todas las evidencias en el juicio de Cristo, y dijo, «Yo no hallo en él ningún delito». (Jn. 18:38).
—No tenía valor para mantener sus sinceras convicciones.
3. Un rey (Agripa II) (Hch. 26:28):
a) Le dio a Pablo una oportunidad para defender sus acciones en respuesta a los cargos que le hacían los judíos.
b) El argumento de Pablo era tan convincente que Agripa dijo: «Por poco me persuades a hacerme cristiano».
4. Un joven rico (Mt. 19:16–22):
a) Había guardado todos los mandamientos.
b) Vino a Cristo para recibir más instrucciones de Él mismo.
c) Le faltaba sólo una cosa: y aun así, estaba perdido.
5. Un ministro (Judas) (Lc. 6:1–16):
a) Estaba con el Maestro.
b) Fue vencido por Satanás y se perdió para siempre.
6. Un marido y una esposa (Ananías y Safira) (Hch. 5:1–13):
a) Decidieron engañar a la Iglesia.
b) Fueron sorprendidos y ambos murieron, perdiéndose.
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EL VALIENTE CALEB
EL VALIENTE CALEB
(Josué 14:6–15)
INTRODUCCIÓN: Caleb es todo un hombre. Su nombre significa «perro», según la mayoría de los intérpretes. Nombre humilde; pero nos recuerda su fidelidad y su bravura Otros dicen que significa «todo corazón». Lo que también nos recuerda la integridad de su vida. En Cades demostró su entereza y su valor fundados en su piedad. En esta ocasión confirma el concepto que teníamos de él.
Consideremos …
1. La promesa de Dios a Caleb:
a) La ocasión (refiérase la historia de Nm. 13 y 14): allí se probó su fidelidad a Dios. Tenía verdadera fe; dio testimonio de ella; urgía al pueblo a la obediencia. Honró a Dios exponiendo su vida. Su espíritu agrado a Dios, y recibió la promesa.
b) La bendición prometida: vida … Entrada en Canaán … Goce de herencia definida allí. En cambio, los otros perecieron. Hay siempre bendición grande para el fiel.
c) La memoria de aquella promesa: Caleb no la olvidó … Siempre estuvo seguro de su cumplimiento. Si se había cumplido el castigo de los diez. con mayor razón la promesa de él. Vio cómo avanzaba el cumplimiento: Estaban ya en Canaán, vivía, estaba fuerte. Esto mismo le hace demandar la promesa.
2. La petición de Caleb:
a) Fue una demanda respetuosa. Josué era su compañero, pero era el Jefe. Habla con franqueza, pero con respeto.
b) Oportuna: ya habían sido vencidos 31 reyes. Se había principiado a hacer la repartición de la tierra. Caleb había peleado junto con los demás. No se anticipa, no es egoísta.
c) Atrevida: no pide de la tierra conquistada. No lo fácil, era país de gigantes. No pide que el pueblo lo ayude. Cuán pocos son los que saben lanzarse a la conquista de lo difícil (ej.: la petición de Eliseo, en 2 R. 2:10).
d) Inspirada en la fe: «Quizás Jehová será conmigo». No confía en su fuerza. Era lección que había aprendido.
3. La posesión de la herencia: hay diferencia entre propiedad y posesión. Israel nunca llegó a poseer todo lo que Dios le había dado. Véanse los límites marcados en Jos. 1:4. Los cristianos nunca llegamos a gozar todo el bien que pudiéramos tener: incredulidad, negligencia y temor lo impiden. En cuanto a Caleb …
a) Dios le dio fuerza y elementos para la conquista de su heredad (15:14): siempre lo hace así el Señor con los que tienen fe.
b) La gozó él y la dejo en herencia a sus hijos (15:16–19).
CONCLUSIÓN:
Dios cumple sus promesas. Hagámoslas nuestras mediante la fe, la obediencia y el valor.
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jueves, 8 de mayo de 2014
LA MINISTRACION DEL ALMA
LA MINISTRACION DEL ALMA
El pasaje que tomamos como base nos muestra que los discípulos de Jesucristo necesitamos limpieza aún después de conocerle y al estar
en
comunión con El. El Señor le dijo a Pedro que quien se ha bañado no necesita
lavarse sino los pies. Es en el diario vivir en este mundo, que nos contaminamos. Pedro entendió
y le dijo a Jesús que le lavara no solo los pies, también las manos y la cabeza.
Estos miembros de nuestro cuerpo representan
áreas que fueron y son afectadas y que necesitamos limpiar. El apóstol Pablo dice: que los hombres
oren levantando manos santas, sin ira ni discusiones (1
Ti. 2:8). Cada uno de nosotros
debe estar consciente
de que necesita ser limpio e
ir al Señor para que nos limpie utilizando. Para ello utilizará: su Palabra, al Espíritu Santo y los ministros
que El ha llamado.
I. EL ALMA:
Por las Escrituras sabemos
que el hombre es un ser trino. Es decir,
es un espíritu, tiene alma y habita un cuerpo (1 Ts. 5:23). Cada uno de estos
compartimientos tiene una razón de ser. El espíritu fue dado por Dios (Stg.
1:17), cuando Adán fue formado
del polvo de la tierra, Dios sopló en él espíritu
y éste vino a ser un ser viviente (Gn. 2:7 -alma viviente-). Este espíritu fue dado para tener comunión
con Dios y es el que muere cuando se conoce el pecado.
El alma es la
parte inmaterial del hombre donde
radica la personalidad
y sensibilidad. Por medio del alma percibimos lo que está a nuestro
alrededor (Mt. 26:38).
Cuando el espíritu muere por causa del pecado, el alma toma el control del hombre. Antes de venir a Cristo nos movimos almaticamente, es decir, nos dejábamos guiar por la carne, sentimientos
e instintos. Pablo dice que
anduvimos en la vanidad de nuestra mente, entregados al pecado, cometiendo toda clase de impurezas
(Ef. 2:3, 4:17-19). La Biblia habla figuradamente del alma y se refiere al corazón. Es una forma que utiliza para referirse al alma.
Del corazón proceden malos pensamientos, fornicaciones, envidia, orgullo, etc. (Mr. 7:21). La tierra de Canaán es otra figura que representa
el alma. Era una tierra que Dios había dado a Israel pero que estaba
ocupada por habitantes. De igual manera el enemigo se ocupó mientras estuvimos en el mundo de habitar nuestra
alma. Dios quiere que poseamos nuestra alma y disfrutemos la vida abundante.
III. LA NECESIDAD DE MINISTRAR EL ALMA:
El alma fue reprogramada, al igual que Eva, Dios la creó con el propósito de ser ayuda idónea de Adán (espíritu), pero dió lugar a las insinuaciones de Satanás y llevó a pecar a Adán. Esto trajo consecuencias para ambos, fueron
echados del huerto.
Cada uno de nosotros se descarrió (Is. 53.6),
nos dormimos y el maligno vino y sembró cizaña (Mt. 13:24,25) y esto trajo consecuencias. Mientras estuvimos
bajo el dominio de Satanás,
como esclavos del pecado,
nos parecía todo normal. Pero al
nacer de nuevo y conocer
al Señor Jesucristo, por la nueva naturaleza, percibimos
las cosas de una manera
diferente y el mundo se sorprende
de que no corramos con ellos en el mismo desenfreno (1 P. 4:1-4).
Ahora como cristianos tenemos tres grandes enemigos: el
diablo, la carne y el
mundo y estos tres tratan
que la semilla que fue sembrada por Dios
no produzca fruto. Cuando el pueblo de Israel salió de Egipto, Faraón persiguió
a los hebreos, lo que es peor, Egipto estaba dentro de ellos, la mayoría del pueblo
que salió de Egipto no agradó a Dios y por ello murieron en el desierto. Egipto representa el mundo y todos sus afanes,
su príncipe
es Faraón (Satanás). Este es un adversario y dice la Palabra
que anda como león rugiente
viendo a quién devorar (1 P. 5:8; 2 Ti. 2:26).
Quizás un enemigo de los más difíciles
de vencer, está dentro de nosotros mismos, el viejo hombre,
la vieja manera de vivir, carácter, etc. El apóstol
Pablo le dijo a Timoteo:
ten cuidado de ti mismo (1 ti.4:16). Como nuevas criaturas debemos dejar de obrar en la carne, anhelar y
procurar vivir la vida del Espíritu
(Ro. 8:13). Es entonces necesario
reconocer
que tenemos áreas afectadas
en nuestra vida y que muchas veces nos estorban
o limitan para crecer y desarrollarnos. Es por ello que debemos confesar
nuestra incapacidad y buscar la ayuda ministerial adecuada
para vencer esas áreas. El Espíritu Santo nos anhela celosamente para aquel que nos llamó y desea que nos
limpiemos (Stg. 4:5). Como sacerdotes
del Señor debemos anhelar
limpiarnos para poder disfrutar la comunión con el Señor y todo lo que el tiene
para nuestra vida (2 Ti. 2:19-22).
IV. EN QUE CONSISTE LA MINISTRACION DEL ALMA:
Este es un recurso que el Señor ha dejado para que su pueblo se limpie de
todo aquello que le afecta. La sangre
de Cristo nos limpió de todo pecado cometido hasta el día que venimos a El (He. 9:13,14).
Sin embargo, seguimos pecando
no como antes, pero no podemos
decir que ya no pecamos
(1 Jn. 1.8) Necesitamos
constantemente ir a Cristo y rociar su sangre sobre nosotros para purificación (1 P. 1:1,2).
1. La Ministración del
alma es una operación del Espíritu Santo sondeando el interior de cada uno de nosotros.
Solo él puede escudriñar lo profundo de
nuestro ser y auxiliarnos. Hay cosas de las cuales no somos conscientes que
nos afectan, pero el Espíritu
que es Dios, nos conoce
y saca a luz estas cosas para que seamos diferentes.
2. La Ministración es la limpieza
del vaso. El apóstol Pablo dice que si nos
limpiamos seremos vasos útiles, de honra y dispuestos para toda
buena obra (2 Ti. 2:20,21). El Señor dispuso en el tabernáculo
de Moisés, una fuente la
cual contenía agua, en la cual los sacerdotes
se lavaban antes de servir o ministrar en el Lugar Santo. Nosotros hoy día, somos sacerdotes y por lo tanto debemos limpiarnos y anhelar ser santos como aquel que nos llamó es santo. Existen
siervos y siervas
que el Señor ha llamado
y habilitado para que auxilien
al pueblo del Señor. Estas personas
deben poseer la madurez,
discernimiento y estar bajo autoridad para servir como instrumentos que el Señor utilice para nuestra liberación y sanidad. Cuando Lázaro salió de la tumba,
fue Jesús quien le dió vida, pero una vez resucitado,
mando
a los siervos a que le desataran y dieran de comer (Jn. 11:44). Cuando había lepra en una persona o en sus bienes, éste corría al sacerdote
para que examinara y determinara
cuando el Señor había limpiado a tal persona (Lv. 14:35). Seamos humildes al permitir
que otros semejantes a nosotros, los use el Señor para nuestra limpieza.
El Espíritu Santo utilizará
las circunstancias, hermanos, enfermedades, etc. para que nos demos cuenta de las cosas que
aún nos afectan y que debemos rendir
a los pies del Señor. El está formando la imagen de su hijo Jesucristo
en cada uno de nosotros,
permitamos al perfecto
alfarero nos transforme (Ef. 4:11-13).
3. La Ministración del alma no consiste en un método específico, él trabaja de
diferente forma con cada uno de nosotros,
unos vendremos confesando
aquello que nos afecta, a otros el Espíritu por revelación
mostrará las áreas afectadas, en otros,
la Palabra muestra su condición,
etc. Nos corresponde a nosotros buscar la ayuda ministerial
necesaria y que el Espíritu
haga la obra como la hizo en aquel hombre que fue auxiliado por el buen Samaritano
(Lc. 10:33,34).
CONCLUSIONES:
1. Es nuestra
responsabilidad cuidar el templo del Espíritu, el cual somos nosotros. No permitamos que el mismo sea utilizado
para otras cosas
que no son del agrado del Señor. Permitamos al Señor ingrese a nuestro templo
y lo limpie (Jn.
2:13-16).
2. Dios se a propuesto
hacer su obra perfecta en nosotros, pues lo que El a empezado lo terminará. Facilitemos ese proceso para que no sea doloroso cuando vengan las demandas
(Fil. 1:6).
3. Despojémonos de todo
aquello que nos afecta. Limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu
perfeccionando la santidad en el temor de
Dios (2 Co. 7:1).
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